Positivismo y productividad

Como ya explique en uno de mis anteriores reflexiones sobre productividad, hay caminos para que todo tu equipo de trabajo sea más productivo. Vamos a ver la conexión entre positivismo y productividad.
La productividad en el lugar de trabajo va más allá de alcanzar los objetivos mensuales de producción. Y por supuesto que va más allá que de echar horas en la silla del despacho. Lograr un mejor compromiso de los trabajadores no es tan fácil como montar un futbolín o hacer un regalo al empleado del mes. Para lograr la productividad verdadera, debe de existir en la compañía un ambiente positivo. Basado en el respeto entre los compañeros, en la convivencia y en la transparencia. Esta es la manera de hacer crecer la productividad, a partir de un liderazgo transparente.
De hecho, no basta con controlar a los empleados con programas de incentivos huecos que enfrentan a los trabajadores unos contra otros. Ahora es el momento de construir una cultura de trabajo en torno a la empatía, la transparencia, la gratitud y el respeto. Para lograr una mejor productividad del equipo, estos valores deben liderar el camino.

Positivismo y productividad

Este positivismo es contagioso. Todos los miembros del equipo lo notan, pero sobre lo nota el subconsciente de cada uno de los miembros. Es entonces cuando crece la productividad, cuando actúa el subconsciente. Fluyendo la energía, sintiéndose confiado y respaldado por el líder de la empresa.
Solo hay una manera de conseguir un ambiente positivo de trabajo: la naturalidad. Es imposible fingir estas situaciones. Es efímero, acaba pronto. No sirve para nada.
Te dejo 5 consejos para mejorar el ambiente de trabajo:
  1. Rodéate de gente comprometida y comprométete con ella.
  2. Permite momentos de descontrol, de risas y de perdida de tiempo, aumenta la creatividad y con ella la productividad.
  3. Agradece públicamente el trabajo bien hecho. A todos nos gusta le reconocimiento.
  4. Reprocha las malas conductas en privado. Se sentirán respetados, no desvalorados, y con ganas de mejorar.
  5. Ponte en la piel de tu equipo, así podrás valorar si es lo mejor para todos, y con ello para la empresa.