Mi primer Maratón

¡LO HE CONSEGUIDO!

Fue lo primero que pensé al cruzar la línea de meta.

Todo empezó a principios de año cuando empecé a entrenar para debutar en triatlón y me planteé mis retos para esté 2011, aunque debo reconocer que pensaba en numerosas ocasiones que era un sueño demasiado grande…

davidbaldovi en maraton valencia

Pero soñar te ayuda a conseguir tus metas. Deportivamente hablando, los sueños son compañeros de viaje que ayudan a soportar mejor la soledad del entrenamiento y la dureza del esfuerzo. Necesito desafíos para crecer, los retos me sacan de la rutina y abren la puerta del autoconocimento y superación personal.

Han pasado ya las diez semanas de preparación específica, desde el Valencia Triatlón el 11 de septiembre, y la verdad se me han hecho cortas, echando de menos nadar y pedalear. He llegado a pensar que  no estaba lo suficientemente preparado para ello, más que nada por que en octubre no he entrenado lo que marcaba el plan establecido debido a una pequeña lesión, tendinitis rotuliana, que hizo temblar mi sueño. Pero lo que había entrenado lo había hecho, reduje la cantidad por la calidad, introduciendo series, cuestas y algo de musculación inferior.

Pero fue justamente eso, la lesión, lo que me ayudó a quitarme la presión del crono, y mi único objetivo era acabar. El plan que había seguido era para rondar las 3:30h, pero era consciente de que me quedaría entre las 3:35 y las 3:40 por la lesión, pero no me importaba sobrepasar dicho tiempo. Esto me hizo dormir bien la noche anterior e ir a la línea de meta sin la presión de encontrar una buena posición de salida, de hecho ni siquiera busqué al práctico de 3:30 para seguir su ritmo. Sólo quería correr a mi ritmo, sin presión y dejar pasar los kilómetros escuchando a mi cuerpo.

El maratón es una carrera larga y dura, y al final solamente competimos contra nosotros mismos. Más aún cuando, como en mi caso, corres solo.

Los primeros 10k los describiría como euforia. Obviamente habían pasado como un paseo… Fue entonces cuando encontré a un amigo, que no sabía que corría el maratón y que tenía un tiempo aproximado al mío. Con más de 20 maratones en sus piernas no paraba de animarme y darme consejos. Recuerdo que me dijo: “Llegaremos al 30, y nos esperan 6 para sufrir y 6 a disfrutar” y “¡esto se acaba si o si!”. Pensaba que con él alcanzaría la meta con mayor facilidad. Llegué con él hasta el 24 hablando y a ritmo objetivo, pero fue entonces cuando vi que flojeaba y me digo que se le había enganchado la espalda, que tirará solo y que animo…

Empezaba el maratón para mi, 18k duros y solo…

Los siguientes 4 los hice bien, pero en el 28 tropecé con el famoso y temido muro. Pensaba que no me afectaría, pues me considero mentalmente fuerte y nunca me había afectado, pero lo cierto es que el maratón desde ese momento se hizo más duro de lo planteado.

En el 30 teníamos de nuevo avituallamiento y necesité parar, beber, tomar un gel, tomar aire y replantearme de nuevo la carrera. Mi ritmo poco a poco era peor, pera incapaz de correr más rápido.

En el 32 vi por primera vez a Luci, mi novia, y al primer grupo de amigos, que no sabía que venían, que ilusión. Gràcies per vindre! Eso te da un empujón importante, aunque en breve las fuerzas vuelven a decaer.

Kilómetro 35, avituallamiento y parón de nuevo, gel, agua, isotónicos… y a seguir, con pequeñas mini-metas, esa fue la clave, que me ayudaron a escalar el muro.

De repente te plantas en el 37 y por arte de magia (o mejor, de ilusión y coraje) vuelves a coger buen ritmo. Es entonces cuando todo el sacrificio y las horas de entrenamiento se ven recompensados.

Te unes a un grupo de gente que te lleva hasta el 40 si enterarte. En ese momento te sientes vencedor y sacas fuerzas para correr rápido y encarar la meta con ilusión.

davidbaldovi en maraton valencia

Emoción, respiración entrecortada, lágrimas… Familiares, amigos, Luci, gracias por esos últimos metros finales, jamás los olvidaré. Ni tampoco los instantes de después, cuando vinisteis a buscarme y a abrazarme entre mis lágrimas. Amigos que, según ellos, sirvo de inspiración y referente y están empezando a superarse a ellos mismo. Este es para mi, con toda mi humildad, la mejor medalla de todas. Dicen que la primera vez que cruzas la línea de llegada del maratón no se olvida, creo que será verdad…

La sensación de haber llevado tu cuerpo al límite y de haber logrado el reto es alucinante. Los primeros 28k los corrí con las piernas, los 14 siguientes con la mente y los 195 metros finales con el corazón. Objetivo conseguido. Tiempo real 3:45:28.

El primer maratón me ha mostrado la belleza y la ilusión de afrontar y conseguir un reto importante, pero también la dureza y el sufrimiento de dicha prueba y de los entrenamientos acumulados. Es decir, como me gusta llamarlo a mi,

LA BELLEZA DEL SUFRIMIENTO.

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Gracias de nuevo a los fotografoamigoanimadores por las imágenes, Jupe y Kone.