La belleza y la dureza del Half Penyiscola

Sin duda el triatlón más bonito que he hecho jamás.

Sin duda el triatlón más duro que he hecho jamás.

Hasta la fecha he disputado bastantes triatlones, siempre apuesto más por conocer nuevas pruebas y no tanto por repetirlas, me gusta aprovechar el deporte para conocer nuevos lugares. El domingo pasado estuve en el MD Penyiscola, un half (media distancia) increíblemente bonito e increíblemente duro, de los que he hecho creo que sólo Triatlón Vitoria está a la altura en belleza, pero no en dureza.

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Siempre que tengo oportunidad voy a ver los circuitos de la prueba antes de competir, el sábado anterior fui con mi compañero César a reconocer el circuito de bici, lleno de toboganes y de curvas que no dejaban llevar continuidad, pero muy bonito por la zona dónde se pedalea. Luego me comentaron dónde se nadaba y se corría, pero no hicimos los circuitos por falta de tiempo.

Half Penyiscola

Llegaba la hora de la verdad, de la competición, rodeado de amigos y de Luci, como siempre. La natación era dar la vuelta al peñón de Penyiscola, lo cual dejaba unas estampas preciosas, como puedes ver en las fotos. Conseguí hacer una natación que ni en mis mejores sueños hubiese imaginado, nadando los 2,1k en menos de 38 minutos, saliendo del agua muy entero gracias al neopreno de mi compañero Juan, como flota! Transición rápida, como siempre, y a pedalear.

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Con mucha calma y manteniendo las pulsaciones que me recomendó mi entrenador José de Resistentia, iba pasando km sin ninguna dificultad, comiendo según lo programado por Carlos de Nutralab y guardando fuerzas para la carrera a pie, que es lo que me habían aconsejado. Cruzándome con amigos y conociendo gente por todo el circuito de bici, sin duda esto es una de las mejores facetas del triatlón, el compañerismo. Tuve un par de contratiempos que me hicieron perder unos minutos, nada importante y siempre gestionando los nervios y con la cabeza centrada, se salió la cadena y tuve que hacer mis necesidades… Por momentos pensé que estaba siendo demasiado conservador y estaba perdiendo mucho tiempo, pero bueno… era lo programado. Llegué muy entero a boxes.

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Tras 90km y 3 horas clavadas llegada a la segunda transición, dónde me alcanzó mi compañero César, de nuevo rapidísima transición en menos de un minuto y dispuesto a exprimir el cuerpo en la media maratón. Primer km en 4:29 y con unas sensaciones brutales. Justo me encontraba con la primera pendiente, subida al Castillo de Penyiscola, la sorpresa fue que pensaba que sólo había un cuesta y resulto que de los 21 km 16 eran de sube y baja por sendas con piedras, eso si, precioso porque se corría todo el rato justo al lado del mar, era como correr por encima del agua. Así que tocó apretar mucho los dientes y, como os digo, exprimir el cuerpo, dosificando en las subidas y volando en bajadas y llano. Finalmente acabé la media maratón en 1 hora 36 minutos y con unas sensaciones geniales, sin dolor de piernas pese a las pendientes y con una sonrisa de oreja a oreja.

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Al llegar a meta besos y abrazos y a comer bien para recuperar. Fue un lujo encontrar allí a los compañeros de Melones El Abuelo, que me acompañan en mis aventuras de este año con su iniciativa Los Retos del Abuelo, hecha un vistazo a lo que estamos moviendo con fines solidarios, merece la pena.

Sinceramente recomiendo este triatlón. Muy duro, pero más bonito aún. Buena organización, con avituallamientos de lo mejor que te puedes encontrar por ahí. Perfecta localización, Penyiscola es preciosa.

Nos vemos este próximo sábado en el Triatlón de Fuente Álamo, esto no hay quien lo pare. Además ayer estuve en la presentación del Triatlón, como puedes ver en Instagram, gracias de nuevo a la iniciativa Los Retos del Abuelo. Así que este finde toca disfrutar de pros en el Triatlón de los Triatletas.

Seguimos!