La primera vez

Cuando acepto un reto sólo me centro en una cosa, superarlo y disfrutar de la primera vez. Intento saborearlo y pensar que esa primera vez jamás va a volver a pasar. Por lo tanto intento prepararme para ello lo mejor posible y tratar de gestionar las emociones y pensamientos que tienes cada vez que afrontas un objetivo algo por primera vez.

 

¿Que tiene esa primera vez que lo hace tan especial?

Para mí la vida es un constante aprendizaje, en el cual debes de aceptar retos y tratar de superarte. Esta vez no te voy hablar de otro reto deportivo. Esta vez te voy hablar de un reto profesional que me ha puesto contra las cuerdas. Me ha hecho ponerme nervioso, me ha hecho dudar de si estaba preparado o sería lo suficientemente bueno, me ha hecho sentir un cosquilleo interno que hacía tiempo que no sentía. Cuando me enfrenté a mi primer Ironman sentó una sensación de paz brutal. No estaba nada nervioso y afronte la distancia fraccionando los objetivos para no agobiarme, mini metas para llegar a la gran meta. Me funcionó y desde entonces afronto siempre mi vida así. Trabajando de manera constante, mirando a corto plazo pero con vistas al futuro, para no perder el foco. Esta vez, como te digo, no ha sido así…

Primera vez

Hace poco más de un año empecé a dar clases sobre construcción de marca y sobre marca personal. Lo acepté como un reto y una muy buena oportunidad a nivel profesional. Para crecer personalmente, seguir conociéndome a mi mismo y ponerme a prueba delante de gente que no conozco de nada. Pero también para dar a conocer el trabajo que realizamos en Brandsummit y crear mayor cultura sobre el branding o construcción de marca. Al principio estaba algo tenso, pero poco a poco me siento más cómodo, tengo mi propia metodología, he ido mejorando los contenidos y tengo buena valoración por los alumnos y directores de formación. Lo mejor de esto, y creo que parte de la clave, es que siento que soy capaz de transmitir y formar a personas.

Desde entonces han sido varias las formaciones que he impartido, incluso creando nuestra propia escuela, Brandsummit Academy y llegando a impartir clases en MBA en Fundesem, escuela de negocios en Alicante. Después de las primeras formaciones con ellos, me ofrecieron impartir clases en el MBA internacional. Es decir con alumnos extranjeros e impartiendo la clase íntegramente en inglés. Cuando leí ese e-mail recuerdo que respire hondo, sople y me pasaron 1000 dudas por la cabeza. Al rato lo volví a leer y acepté la propuesta.

Soy una persona a la que cuesta poner a prueba. Tanto a nivel deportivo como profesional. Que se conoce para saber dónde están sus límites. Y que se conoce lo suficiente para saber dónde quiere llegar y que retos aceptar. Este reto lo acepte con la intención de ponerme a prueba. Y de saber si sería capaz de prepararme para ello y afrontarlo con garantías.  Esta misma sensación la tuve cuando decidí apuntarme a una travesía de 12 km nadando. La simple sensación y felicidad de haberte preparado para ello ya era un premio lo suficientemente grande para mí. Recuerdo que para la travesía llegué a nadar 6 km solo en una piscina de 25m y eso para mi ya era todo una victoria personal. Imagínate como te sientes al acabar los 12 km en aguas abiertas.

Así planteé la formación en inglés. La preparación diaria, estudiando detalles del idioma, preparando muy bien la presentación y la estructura de la clase. Solo eso, de nuevo ya fue un éxito para mi. Necesitaba sentir esos nervios . Esa incertidumbre de no tenerlo todo bajo control, como estoy acostumbrado a tener. Salió todo bien y en 3 semanas vuelvo a repetir. Pero ya nada será como la primera vez.

Me gusta afrontar la duda de hacer algo por primera vez y acabar finalmente haciéndolo. 

Foto de Pedro Mecinas, Dhos Photography.