No es oro todo lo que reluce

Cuando en tu vida no todo funciona como te gustaría pienso que solo podemos hacer una cosa. Analizar para reconducirlo.
Últimamente, y digo esto con toda la humildad del mundo, la gente me dice que bien funcionan mis agencias. Cuantos proyectos estamos llevando a cabo, como estamos creciendo y varios comentarios similares. Sinceramente a uno le alegra que le pregunten, pues es verdad que las cosas funcionan y es así porque hay mucho trabajo y mucho esfuerzo detrás. Pero no es oro todo lo que reluce.
Y esa es la cuestión y por lo que siento que se me ha ido de las manos. La cantidad de esfuerzo que invierto en mi trabajo y estoy dejando de dedicar a otras cosas también importantes. Llegando al punto que no estoy disfrutando de nada, ni tan siquiera del trabajo, ni del deporte, ni de los amigos, ni de la familia.
Siempre he defendido que hay que tener un equilibrio entre vida personal, profesional y deportiva, pero sin darme cuenta la profesional ha desequilibrado la balanza, eliminando casi por completo la vida deportiva y la personal, como ya escribí hace unas semanas en mi artículo sobre obligación y diversión. Como digo es cierto que el trabajo en las agencias y la relación con clientes, proveedores y compañeros funciona, pero hay mucho más en la vida que no podemos pasar por alto.

No es oro todo lo que reluce

Por suerte, o por esfuerzo realizado estos últimos años, tengo la capacidad de reorientar esta situación, pues la decisión está a mi alcance y depende de mi.
Toca analizar y ver como mejorar mi equilibrio, para disfrutar de nuevo de todo, como lo he hecho tanto tiempo. Dedicar más tiempo a la familia, amigos, deporte y descansar. Algo que hace mucho que no hago. La cabeza necesita despistarse de vez en cuando para volver a activarse con más energía y creatividad. Esto es algo que yo no creía y toca experimentar.
Esto no significa que vaya a dejar de trabajar. Ni tan siquiera que vaya a trabajar menos o peor. Simplemente que lo voy a hacer de manera más inteligente. Dedicando tiempo a otras cosas que me hacen feliz y hacen feliz a los que que requieren y merecen mi atención.
Seguro que estás vacaciones me ayudan a desconectar, a redefinir métodos y sistemas propios. Pero no voy a esperar a las vacaciones. He decidido empezar ya, de hecho llevo tiempo pensando en todo esto y llevo tiempo dándole forma.
Ya sabes, #hazloporti