Es culpa mía

Es culpa mía

Si has visto mi último proyecto y no lo has comprado, es culpa mía y no tuya.
Si has venido a mi pasada charla y no has entendido nada, la culpa no es tuya, es mía.
Si has leído mi blog y no te empuja a pensar, la culpa también es mía.
Si has asistido a alguna de mi clases y no te han quedado claros los conceptos, es culpa mía.

Es culpa tuya

Si algo de lo que haces no cala en la gente a la que piensas que debería, no es culpa de la gente. Insisto, es culpa tuya. Si tu marca, negocio o producto no funciona, deja de mirar hacía fuera y empieza a hacerlo hacía dentro. No te vayas al camino fácil, el de culpar a la audiencia o consumidor o usuario. Vete al difícil, pero al real. El de mirar que has hecho mal, como puedes mejorarlo y como puedes volver a lanzar y sorprender de verdad.
Esto no significa que no lances proyectos o nuevo proyectos, significa que lo hagas y luego analices como mejorarlo. Y que no eches la responsabilidad a los demás cuando realmente es tuya y solo tuya.